Las secuelas de Matrix dejaron, en opinión, pocas cosas de valor. Entre ellas destaco poder ver Sion, los efectos especiales de algunas escenas, las increíbles coreografías de las peleas entre Neo y Smith y alguna que otra composición de Don Davis.
La que siempre destaqué de las nuevas entregas es Neodämmerung, la música que acompaña a la interminable pelea final de la saga. Neo y Smith se baten en un imposible duelo a muerte con sorprendente final y Davis utiliza toda su artillería musical para ambientarla. La pieza, muy en la línea de su trabajo en las tres películas, resume a la perfección lo que supone Matrix Revolutions y la esencia de esa nueva perspectiva que los hermanos Wachowski le dieron a su obra maestra.
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