El cine está lleno de películas en las que los extraterrestres vienen a la Tierra a establecer contacto amistoso, a invadirnos o incluso a estudiarnos. Pero Neill Blomkamp le da la vuelta a la tortilla en Distrito 9.
¿Qué ocurriría si los alienígenas quedaran atrapados en nuestro mundo en contra de su voluntad? ¿Y si esas criaturas fueran tan frágiles como los propios humanos y se vieran en desventaja? Lo más probable es que la humanidad sacara lo peor de sí misma. Los maltrataríamos, los estudiaríamos con métodos más que cuestionables y con fines armamentísticos. Algo que el hombre acostumbra a hacer con otros seres, como los animales, o incluso con él mismo.
Este es el tema que se trata en Distrito 9, una película diferente y con un enfoque original. Estuvo nominada a cuatro premios Óscar, incluyendo el de mejor película y mejor guión adaptado.
Y la historia no transcurre en Estados Unidos, como viene siendo habitual. La nave alienígena queda varada en Sudáfrica.
Respecto a la banda sonora, Clinton Shorter utiliza un estilo adecuado para la ambientación, donde la estética continental se mezcla con la ciencia ficción dando a luz un tema muy característico. Es el tema principal de Distrito 9.
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