viernes, 31 de mayo de 2013

La Historia Interminable

Para mí es una banda sonora entrañable por ser una de las películas que más veces vi en mi infancia. Y no, no voy a compartir la trillada canción de Limahl.

La Historia Interminable no destaca especialmente por su música (a excepción de la famosa canción homónima), pero para mí tiene algo especial. Se trata de una película que he visto en infinidad de ocasiones y que, en cierto modo, marcó mi infancia.

A pesar de las controversias (el propio Michael Ende habló horrores del film), la película alemana fue un éxito en los 80 y ha pasado a la historia como uno de los clásicos de aventuras infantil.

Su música, con tintes electrónicos muy de moda en aquél entonces, es obra de Giorgio Moroder y Klaus Doldinger. El primero, de origen italiano, destacó en la música disco y ganó dos Óscar por las canciones de Flashdance y Top Gun. El segundo, alemán, es muy reconocido en el mundo del jazz y ha compuesto algunas bandas sonoras, entre las que destaca ésta de la que hablamos hoy.

Como selección, me quedo con los tracks 7, 3, 4, 14 y 15 (en ese orden) que incluyen la inquietante melodía con la que Bastin se introducía en Fantasía, la Torre de Marfil, la desolación de Las Ruinas, el tema del Auryn y el último vuelo feliz de Bastian sobre Fuyur.





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