Me toca hablar de un asunto, cuanto menos, sospechoso.
Corría el año 1973 y El Padrino era una de las grandes favoritas en los Óscar. Acumulaba un total de 11 candidaturas (de las que al final solo ganó 3, siendo Cabaret la mayor agraciada). Nino Rota, compositor de la banda sonora, era uno de los nominados.
Pero todo se torció cuando fue acusado de plagio. Todavía no me explico cómo ocurrió, porque el compositor plagiado era... ¡él mismo! Con el beneplácito de Coppola, Nino Rota utilizó el tema de la banda sonora de Fortunella y esto, inexplicablemente hizo que lo descalificaran para recibir el premio.
Pero eso no es todo. Ese mismo año ocurrió algo más. Una película de 1952 fue nominada a la mejor banda sonora. Candilejas, de Charles Chaplin, no pudo proyectarse hasta veinte años después por diversos problemas. Así que, con el reglamento en la mano, podía ser nominada. Y lo fue. Y ganó, después de dejar en la cuneta a la gran favorita... El Padrino, de Nino Rota.
Poco más tarde se confirmó que Rota fue víctima de difamación y la Academia hizo "justicia", como los árbitros de la liga BBVA. Así que en 1974 Nino Rota fue nominado por la banda sonora de El Padrino II y se llevó la estatuilla que quizás mereció dos años antes.
¿Sospechoso? Tal vez. Pero la Academia no deja de ser una gran "familia".
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